San Damián de Molokai debe ser ejemplo para valorar la vida y la persona
San Damián de Molokai debe ser ejemplo para valorar la vida y la persona

Monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de Concepción, llamó a valorar la vida y a la persona en la sociedad, poniendo como ejemplo a San Damián de Molokai y lamentó que “muchas veces desechamos a la persona, como algo que molesta; basta pensar en todas las teorías que piensan que el aborto es algo natural y no conciben que estén eliminando una vida”.

En este contexto, Monseñor Ezzati dijo que “el ejemplo de San Damián de Molokai, que decide entregar su vida de hombre joven, inteligente, capaz, a servir a unas vidas que humanamente estaban desechadas, nos indica el gran valor que debemos tenerle a la vida. Cuando en una sociedad se respeta a la vida, esa sociedad tiene futuro y cuando una sociedad desprecia la vida, esa sociedad está destinada al fracaso y a la disolución”.

Recordó que siendo un joven de poco más de 20 años, dejó Bélgica para irse a las islas Hawai y como sacerdote, decidió entregar su vida por los leprosos en una isla que era considerada la isla maldita, porque allí confinaban a la gente que se iba a morir. “Damos gracias a Dios porque en todo tiempo, en todo lugar, suscita discípulos y misioneros generosos y audaces (…) La vida de San Damián no ha sido sino ponerse al servicio de la humanidad, especialmente de aquella más sufriente y marginada”, afirmó.

Como Obispo de la Iglesia de la Santísima Concepción, Monseñor Ezzati pidió “humildemente la intercesión de San Damián, para que su ejemplo nos estimule a ser una Iglesia cercana y servidora, activamente presentes en tantas pobrezas, antiguas y nuevas, que aquejan nuestro tiempo; que nos estimule a ser solidario, haciendo presente la caridad de Cristo”.

Monseñor especialmente encomendó a la familia de los Sagrados Corazones, religiosos, religiosas y laicos que viven en la ciudad, “para que mantengan viva su memoria entre nosotros, estimulen con el ejemplo de sus vidas, y con las iniciativas de solidaridad , un estilo de vida cristiana servidora y cercana a los pobres, cercana a los marginados y desechados de esta sociedad y para que aporten a esta su iglesia de Concepción, el testimonio y el estimulo de una vida hecha al servicio y cercanía como la de San Damián”

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Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 18 de Octubre, 2009

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